Separa la cápsula, gira seis vueltas la argolla en sentido contrario a las agujas del reloj, escucha desprenderse el carbónico y observa como rompe la burbuja en su ascenso. Así comienza el protocolo del disfrute de la mayoría de los vinos espumosos. Si es un buen cava o un gran champagne el deleite se multiplica. Si además es uno de los grandes, también la exigencia se amplia y la incertidumbre se hace presente. Esta última frase nos hace reflexionar sobre el momento ideal para abrir una botella, de la que esperamos mucho, y que sabemos tiene una buena capacidad de envejecimiento. No abrirla en el momento adecuado, pudo ser la causa de no disfrutar completamente uno de los vinos estrella catados en el presente año, KRUG Gran Cuvée. Mezcla de 142 vinos de 11 añadas diferentes, desde 1990 hasta 2006 la mas joven, procedentes de Mesnil-sur-Oger, Avize y Villers Marmery con un coupage de 44% PN, 35% chardonnay y 21% de meunier.
En el siguiente link podréis encontrar todo tipo de detalles sobre KRUG.
KRUG GRAN CUVÉE ID413062
(Valoración personal 17/20)
Dorado, limpio y brillante. Nariz de intensidad media-alta con perfil a copa parada netamente oxidativo, muy marcado. Nariz en constante evolución, desde la reducción inicial y acusada sensación de barrica verde y frutos secos, hasta las flores marchitas y pan tostado sin pasar por el carácter frutal que también esperábamos. En boca, el vino sigue monopolizado por la madera, poco integrada sin polimerizar con la fruta, y eso sí, una magnifica acidez de pomelo que insinúa un prometedor futuro en el mejor de los casos, esperemos…
La cata ciega es ante todo una cura de humildad, y muestra de ello fue la falta de reconocimiento por mi parte del vino que nos ocupa. Eso sí, creo que en el momento actual está en fase de evolución, siendo difícil su disfrute, por lo que recomendamos al afortunado que disponga de botellas tener paciencia y guardarlas algunos años más.
