Saltar al contenido
Portada » Catas y reseñas » MUCHADA-LÉCLAPART

MUCHADA-LÉCLAPART

Siempre que a Woody Allen le preguntaban sobre los motivos de su éxito respondía con una de sus agudas frases: “No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”.

Si extrapolamos la idea de Woody a nuestro maravilloso mundo vitivinícola, quizá para algunos podría no tener sentido, puesto que intentan “fabricar” a la carta de su “buyer persona” y según nuestro cineasta “La mitad de un genio” (Tal como Bob Hope le bautizó) les llevaría al fracaso.

Otros, creo, ni intentan complacer ni dejar de hacerlo para tener éxito.

Estas reflexiones, absurdas quizá, rondaban en mi cabeza después de catar tres vinos de Muchada-Léclapart. Independientemente de gustarme o no, los recordé durante todo el santo día mientras disfrutaba La música i el vi. Y hoy dos días después aún perduran en mi memoria.

Si digo que me gustaron mucho no soy sincero, pero tampoco puedo decir que no encontré atracción en ellos.

Entender otros caminos no siempre depende de nuestra experiencia o de nuestra perspectiva. A veces, otros, recorren caminos muy diferentes a los nuestros y eligen vías desconocidas y laberínticas. Todo puede ser muy simple o muy complejo

Muchada-Léclapart elabora conceptualmente, el resto de la arquitectura de sus vinos está puesta en manos de la albariza, de Sanlúcar y del océano Atlántico. Elaboran desde 2017 e intuyo que el paso del tiempo erosionará las aristas en la forma de entenderlos por sus creadores, o puede que en contra de mi percepción los vinos se conviertan en más salvajes y ariscos de lo que son en la actualidad, seguiremos atentos a su evolución.

Los vinos catados han sido:

  • Univers 2019, viña La Platera del Pago Miraflores.
  • Elixir 2020, viña El Camino del Pago Abulagar.
  • Lumière 2019, viña la Platera del Pago Miraflores.

Puede que Lumière fuese mi preferido, pero no acabé de asimilar completamente la trama entre el raspón, la madera y tan marcado perfil calcáreo.No sé, puede que también sea mucho arroz “pa” tan poco pavo (lo digo por mí) y algo más de botella nos ayude a conciliarnos con tanta “chicha”.

En la web de Muchada-Léclapart podéis descubrir más sobre la bodega y sus creadores.

En el enlace algunas notas de hace unos años sobre Leclapart en Vinoexpresión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.