Franco, sincero, auténtico, potente, elegante, podrían ser algunos de los adjetivos que definen nuestro vino de hoy, Sameirás blanco 2014. Recientemente, en una reunión entre amigos logró captar la atención dando lugar a comentarios y preguntas sobre su origen, elaboración o puntos de venta. Aunque ya lo había catado en otras añadas, nunca percibí tan claramente el excelente equilibrio para ser apreciado tanto por un gran público cómo por los amantes de vinos con garra y personalidad.
Sameirás blanco 2014 nace en Ribadavia (DO Ribeiro) sobre dos parcelas, O troque y O Forte, de suelos graníticos, cuarzos y exquistos. La treixadura en un 55%, junto al albariño, godello, lado, loureira, torrontés y caíño blanco, sobre suelos secos, son el centro de gravedad sobre el que gira el equilibrio de Sameirás junto con la influencia de los ríos Avía y Miño.
En cuanto a las prácticas en viticultura adjuntamos un extracto de sus pautas:
«Continuando con la tradición, seguimos atando los sarmientos con mimbre, y los pámpanos con rafia y junco, materiales que una vez que dejan de cumplir su función pasan a formar parte del suelo como materia orgánica. Aunque el viñedo no necesita gran cantidad de abono, el poco que utilizamos es abono orgánico rico en oligoelementos.
Solo se realizan los laboreos imprescindibles, tratando de conservar la estructura y la vida del suelo, en esta faceta conviven la mecanización actual con las viejas azadas que realizan las labores de más precisión. Guardamos el máximo respeto con el medio, manteniendo la integridad del suelo y su actividad microbiana, dejando que fluya la vida, utilizando solo el tratamiento estrictamente necesario, sin herbicidas ni insecticidas, evitando el uso de productos sistémicos y penetrantes. Esta es nuestra manera de hacer las cosas, con mucho rigor y máxima exigencia».
SAMEIRÁS BLANCO 2014
(Valoración personal 16,25/20)
Amarillo brillante, traslúcido. Despliega una amplia gama de frutas blancas de hueso, arropadas por un fondo fresco y matizado por suaves notas a eucalipto. Amable en la entrada en boca, graso, con volumen, y de un final de mediana longitud envuelto en las notas de buena acidez encontradas al inicio en boca. Un gran vino.