Decía el famoso filósofo argentino José Ingenieros que «Los prejuicios son creencias anteriores a la observación; los juicios, exactos o erróneos, son consecutivos a ella». Doy fe que la idea es extensible a nuestro mundo vinícola. Etiquetas de calidad de «grandes marcas» quedan olvidadas, en ocasiones, por los enófilos ante los complejos y prejuicios muchas veces justificados por el descrédito a la calidad en algunas de sus botellas. Y no me extraña, yo mismo tengo tendencia a huir de etiquetas «populares» asociadas a grandes marcas y agresivas campañas donde marketing y publicidad intentar compensar la falta de calidad en el producto. No obstante soy consciente de la enorme dificultad, y el gran valor, que tiene elaborar cientos de miles de botellas de alta calidad. Pero no hay regla sin excepción, aquí va mi homenaje a esos enólogos que consiguen hacer compatibles vinos honestos y capaces de ser apreciados por cualquier clase de consumidor.
FREIXENET CUVÉE DE PRESTIGE, MALVASIA 2001
(Valoración personal 16,5/20)
Malvasía 100% con licor de expedición del propio mosto y envejecido en barricas de castaño.
Amarillo muy dorado. Madurez en nariz, recuerdos a frutos secos, pasas, pera madura, fondo a maderas viejas, ahumados, embriagador e incluso con cierta profundidad. Denso en la entrada, con buen cuerpo, dulce en el paso por boca, aunque finaliza con perfil de vino seco y deja la boca muy limpia. Singular. Genial ensamblaje entre madurez, acidez y nivel de azúcar, con buena longitud final. Gran cava dulce, sin complejos. Aunque encaja perfectamente con postres, lo imagino más con micuit o foie bajando la temperatura del cava al límite de la sensibilidad de nuestras papilas.