Si tuviésemos que definir requisitos ideales, excepcionales y cualitativos para la elaboración de vino en cualquier territorio no se alejarían mucho de los que describimos a continuación:
Viñedos viejos, garnachas, en altura, con suelos calcáreos y escasez de materia orgánica, algunos de ellos en laderas pizarrosas.
Pues no es ciencia ficción, la IGP “Ribera del Jiloca”, al NO de Teruel y al SO de Zaragoza cumple escrupulosamente con el perfil descrito. Pueblos como Báguena, Calamocha, Fuentes Claras, Luco y San Martín en Teruel, Daroca, Balconchán, Mainar, Manchones , Orcajo y Retascón en Zaragoza conforman la mayor parte del privilegiado viñedo de la IGP en un clima básicamente submediterráneo, con zonas frías, bajas precipitaciones y vientos acusados del NO
Además de garnacha tinta, también hay plantados principalmente viñedos con bobal, Juan Ibañez, monastrell y tempranillo en las variedades tintas, junto a macabeo y garnacha en blancas.
La Cooperativa Santo Tomás de Aquino de Daroca se constituyó en 1958 con capacidad aproximada para más de 7 millones de litros, aunque en la actualidad la perdida de viñedo en la comarca limita a una capacidad máxima de producción de 300.000 litros. En este punto de hundimiento es donde nace la “Asociación Paisajes del Jiloca” con el objetivo de recuperar el viñedo y el paisaje vitícola del valle del Jiloca. Desde 2016 se han perdido 82 Ha y hasta el momento son ya 10 parcelas (3.5 Ha) recuperadas en 6 pueblos distintos.
El motivo de la merma tan importante de la superficie de viñedo se debe al declive de la población rural, con la pérdida económica y cultural y que por desgracia conlleva un importante impacto medioambiental.
Os dejamos un video de Aragón TV con la explicación de Felipe Gonzalo (Promotor de proyectos Paisajes del Jiloca) y Juan Manuel Gonzalvo (Enólogo e impulsor de la Cooperativa de Daroca.
La incorporación de Juan Manuel a la Cooperativa de Daroca ha sido un revulsivo importante para trasladar la inquietud vitivinícola de Daroca a vinos bien elaborados y con nuevas líneas de trabajo. Han nacido nuevas etiquetas como Daruqa y Laderas del Jiloca, e incluso JM se ha permitido la bondad de acercar al clasicismo de la zona la elaboración de un vino orange (blanco macerado con sus pieles) de macabeo.
En general los nuevos vinos son francos, frutales, fluidos, frescos, con cierta garra, bien elaborados y con una materia prima de alta calidad a un excelente precio, lo cual nos hace confiar en el esperanzador resurgimiento de la zona y el reconocimiento del gran trabajo que se está haciendo en aras de la calidad.
Por último y como información muy reciente, las bodegas pertenecientes a Daroca, Murero, Orcajo, Villafeliche y Manchones podrán adherirse también a la DO Calatayud si cumplen el pliego de condiciones vigente.
Y como no podía ser de otra forma, hemos catado dos de los nuevos vinos, Laderas del Jiloca macabeo y el tinto Laderas del Jiloca garnacha, ambos de la añada 2020.
LADERAS DEL JILOCA MACABEO 2020 (FINCA LAS CARRASCAS) IGP Vinos de la tierra Ribera del Jiloca
(Valoración personal 16/20)
Viñedos viejos en laderas de pizarra de 55 años a 900 metros sobre el nivel del mar.
Amarillo dorado pálido, con un curioso matiz grisáceo. De intensidad aromática media, complejo, membrillo, melocotón deshidratado, balsámico, hojas secas, infusión de manzanilla, piel de naranja y tenues notas de hinojo. En boca es sedoso, de buen paso, uniforme en el desarrollo, con cierta estructura y delicada textura a la vez que densa. Final seco y persistencia agradable, con carácter.
LADERAS DEL JILOCA GARNACHA 2020 IGP Vinos de la tierra Ribera del Jiloca
(Valoración personal 15/20)
Garnacha de viñas de 20 años en altura.
Capa media-alta, rojo cereza. Fresco en nariz, muy franco, frutillos rojos con alguna nota láctea. Delicado en la entrada en boca, intenta crecer hasta encontrar un final de cierta astringencia y un final salino que alarga su presencia en boca junto a una acidez media. Alcohol con buena integración.