Hay personas que transmiten con facilidad sus inquietudes, a veces basta un gesto, otras una conversación, una mirada, y en algunas ocasiones simplemente es suficiente catar el vino que elaboran para saber un poco más sobre ellas. Permitir que viñedo, varietal o suelos se muestren tal cual son, ya es un signo importante de personalidad. Hay quién doblega el producto con cantidades ingentes de agresivas barricas, de años de crianza, de correcciones, de maltrato a sí mismo quizá, y no permiten que los vinos hablen con libertad.
Hoy he conocido un vino que habla por sí mismo, Prodigus Venit 2014. Relata libertad, equilibrio. Transmite salud mental, respeto por los demás y huye de imperativos legales. Muestra origen, salud varietal, y es completamente transparente a quién sabe entenderlo.
Un gran vino de la Sonsierra Riojana, Prodigus Venit 2014, tempranillo 100%
«…y en el atillo llevaba todos sus sueños» (Pedro P.)
¡Enhorabuena por ser fiel a tí mismo!
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